Yue Principiante
Cantidad de envíos : 7 Edad : 36 Localización : Argentina - Buenos Aires - Zarate Empleo /Ocio : Cineasta Humor : Amable, teirno y Romantico Fecha de inscripción : 23/02/2010
| Tema: Summer Storm - (Touya X Yukito) Mar Feb 23, 2010 9:10 pm | |
| Summer Storm Personajes: Touya, YukitoCategoría: CARD CAPTOR SAKURAGenero: Angustia, Drama, RománticoClasificación: Todo PublicoAdvertencias: Muerte de un personajeCreer que esto era para siempre, que la vida no logra cambiar a una persona, o que las decisiones que se toman pueden llegar a acompañarte durante toda la vida, pueden durar, fue lo que a duras penas tuve que aprender, y de la persona que menos quería, como es mi amado Touya, ese por el cual hubiera dado hasta mis propias alas, y así y todo lo hubiera acompañado hasta el mismo infierno si eso lo hiciera feliz, o por lo menos lograra que el amor que entre los dos había, durara un poquito mas, o por lo menos el que el me profesaba. Pero al parecer el nunca quiso entregarse por completo, como yo lo hice, y por el mismo motivo que me encuentro aquí sentado en este lugar llorando y rememorando mis penas, junto al parque “Pingüino”, pero que puedo hacer ahora si yo mismo fui quien le dijo que seria el mas feliz de los dos si el encontraba la felicidad, como bien lo sabia, pero no podía mentirle a mi corazón, no podía de ninguna forma hacerle creer que podía ser feliz separado de su lado, separado de sus tiernos besos, como así de ese perfume que su mano depositaba sobre mi pelo al revolverlos incansablemente, diciéndome como siempre que me cortara ese flequillo que no dejaba ver esos ojos grises, que le gustaban tanto, y yo no podía mas que quedarme embobado escuchando que mi amor decía que le gustaba algo de mi, y que hubiera dado yo por contestarle, y decirle que el no se hiciera nada, ya que me gustaba tal y como era. Y ahora no logro mas que tus esquivadas miradas hacia mis ojos, cuando te paseas por el centro de la mano con alguien que no soy yo, y nuestros cuerpos se cruzan, y tu solo me dejas pasar, y mi mano queda en el aire esperando que tu me saludes, así como la respuesta a la nueva dueña de tu corazón, cuando te pregunta que si acaso no conocías a ese chico, que se empeñaba por que lo saludaras, y tu solo sigues sobre tus pasos, y yo me quedo con la ilusión de volverte a ver en ese lugar, toda la tarde hasta que cae la noche, sentado en un banco esperando que te hagas presente frente a mi, pero eso nunca sucede y ya definitivamente estoy perdiendo las esperanzas de que me digas porque decidiste alejarme de tu lado, porque ya ni siquiera puedo ir a tu casa a visitar a la pequeña Sakura, ni a Fujikata, porque la vergüenza, puede mas que mis sentimientos, y gracias a ti aprendí eso, gracias a que me dijiste que no era yo la persona a quien tu amabas, que solo querías que fuéramos amigos, y mis labios se quedaron cerrados, mientras tu cuerpo se despegaba cada vez mas del mió, y tu boca se alejaba milímetro a milímetro de mis labios en los cuales habían estado posados anteriormente, y no podía creer lo que me decías, no podía consentir que yo solo me quedara bajo ese farol y tu te fueras caminando cada vez mas lejos de mi. Acaso yo me equivoque con creer lo contrario, acaso todo lo que sucedía entre nosotros era pura imaginación de mi inconsciente, pero si hubiera sido así, porque recuerdo bien haberle dicho Touya te amo, y tu me correspondiste con un beso, y otras tantas palabras de amor, y ahora tres meses después, me encuentro solo y desamparado, porque tu a mi lado ya no te encuentras, y solo parece que voy a desfallecer recordando cuanto te ame, rememorando recuerdos de un pasado dañino en el cual solo éramos nosotros dos, y ahora estoy a la deriva de un futuro incierto.Tres meses antes:El sol entra por los vitrales de la ventana, dejando a mis ojos abiertos la idea de que ya es bastante tarde y de alguna manera me tengo que levantar, y decidirme a ir hacia el colegio o voy a llegar tarde, aunque no quiera, ya que es bastante tedioso, tengo que hacer el empeño, para poder ver a mi amado touya, que como siempre me espera en el portal de su casa, para que juntos caminemos hacia el colegio, y no pienso desilusionarlo, ya que necesito de su presencia, para seguir un día mas detrás de sus pasos. Y si hay estabas tu como siempre esperándome con tu paraguas debajo del alero de tu casa, y yo como un estupido, te miraba debajo de las gotas de lluvia, como todo tu ser me enamoraba cada vez mas, sin siquiera poder moverme del lugar en el que me encontraba, por miedo a que el momento se descongelara y tu ya no estuvieras mas donde siempre me has esperado, tal vez eran tonterías mías, pero cada vez tenia mas miedo de perderte, como si alguien te fuera a llevar de mi lado, y seguramente era porque faltaban unos meses para que la secundaria terminara, y tu seguro que tenias pensado ir a estudiar al extranjero y de una u otra manera, yo no podía seguirte toda la vida por la simple realidad de que no podía estar siempre a tu lado, sin que te pudiera decir que te amaba, y no solamente como amigos, porque en algún momento alguno de los dos se iba a cansar, y iba a tomar caminos separados, la sola idea me producía calosfríos, ya que yo era muy cobarde como para lanzar de un solo sopetón mis sentimientos sobre tus manos, y tal vez era lo que tu esperabas, pero mis miedos eran mucho mas fueres que el creer que si no hacia algo te podía perder. Y las gotas dejaron de caer, pero mi mente no se percato de que tu ya estabas a mi lado cubriéndome de los chaparrones, y apoyando mi cabeza contra tu pecho, para susurrarme al oído, que esperaba para cubrirme, o acaso pretendía enfermarme, y yo con mis mejillas un tanto rojas solo le respondí con un beso en la mejilla, para agradecerle que el siempre estuviera preocupándose por mi, y nos dispusimos a caminar juntos mientras el camino se hacia mas corto hacia el colegio, y mi amado touya, paso una de sus manos por enzima de mi hombro, y me atrajo hacia el, diciéndome que me acercara ya que me estaba mojando, y yo no podía ser el hombre mas feliz del mundo caminando pegadito a su lado, sin que nada nos importara, era una situación inexplicable, algo que solo alguien que ama de verdad y no parece ser correspondido puede sentir, al creer que cada acción son muestras de amor ocultas. Entramos al salón, y tu cerraste tu paraguas apoyándolo entre nuestros bancos, y la clase como siempre empezó con los cálculos y la teoría de siempre, pero mi mente en este momento estaba trabajando en otra cosa, y mis ojos lo reflejaban, posándose sobre tu rostro aunque tu no pudieras advertirlo, ya que por lo menos uno de os dos si prestaba atención a la clase. Que hermoso que te veías bajo todo el barullo, que producía un curso de inadaptados, ese resplandeciente rostro del cual eras dueño, y esa nariz puntadita por la cual me divagaría una eternidad, junto al color dorado de tu piel que empieza en tu frente, y termina en lo que empieza el cuello de tu camisa, volviendo a empezar en mi imaginación como siempre. Pero lo que no logre darme cuenta era que tu te habías dado vuelta y me observabas con una sonrisa un tanto picara, y me preguntabas si tenias algo raro en la cara, y nuevamente volvía a esconder mi rostro y mi vergüenza entre mis mejillas rojas, y tu con tu mano revolvías mis cabellos. Que días mas felices, que hubiera dado porque CLOW me hubiera concedido el deseo de que el tiempo no pasara nunca, que solo nos quedáramos así para siempre, pero eso no podía de ninguna manera ser cierto, aunque tratara de imaginármelo, de cualquier manera posible. Llego el día viernes, y estaba tan feliz como nunca, ya que era el día en el que iba a cenar a casa de mi morocho, y luego nos quedábamos toda la noche envueltos en las colchas de su cama charlando de que íbamos a hacer cuando termináramos, la secundaria, y solamente te escuchaba hablar a ti, porque yo no podía pensar en un futuro que no fuera a tu lado, pero al parecer no iba ha ser un día como los demás, ya que cuando llego la hora de concurrir al colegio, tu venias con una sonrisa que no te podías en pie, y saliendo te mi Touya, era algo definitivamente extraño, ya que eran pocas las veces y las cosas que te producían una mueca de de felicidad en el rostro. -“Hola yuki, y ya recibiste la noticia?” -“¿Perdón, pero que noticia?” -“¿acaso no te han llamado por teléfono todavía?” -“no touya, por favor dime que sucede” -“es que si a ti no te lo han comunicado no es una noticia que me produzca felicidad a mi” -“por favor, de una vez ya dime Toya” -“esta bien, es que esta mañana, llamaron a casa para comunicar que me habían becado para ir a estudiar a la universidad de arquitectura de Canadá” -“en serio, que bueno vas a poder estudiar lo que querías, y lo que siempre soñaste” -“pero yuki, es que tu no vas a poder estar a mi lado, no yo definitivamente no quiero irme tan lejos y dejarte a ti aquí” -“no touya, es tu sueño y no quiero que te quedes aquí solo por mi, aparte seguramente ya me irán a comunicar que yo también fui becado, así que por eso no te hagas problema” Definitivamente yo sabía que no me iban a llamar, ni que se les había traspapelado, ya que solamente se iban a elegir nueve estudiantes, y touya era el noveno en la lista. No sabia ni siquiera como reaccionar ya que el estaba muy feliz y a la vez muy frustrado porque a mi no me había tocado la misma suerte que a el, y mi cara demostraba que la noticia no me había agradado para nada, aunque no podía ser tan egoísta con la persona que había cambiado parte de su vida por la mía, o sea no podía pedirle que se quedara a mi lado porque ya seria muy egoísta de mi parte, y definitivamente aunque me estuviera cayendo de dolor no lo iba a retener a mi lado, porque el en algún momento debía seguir su camino y mejor antes que nunca, y aunque no quisiera reconocerlo si alguna vez hubo una luz de que yo pudiera decirle cuanto lo amaba, se acababa de extinguir, en este preciso momento, y no voy a forzar a que pase nada nunca mas. Las horas de clase fueron un suplicio ya que no podía ni siquiera posar mi mirada en el rostro amable de touya y pensar en que mis miedos se habían echo realidad, y el solo pensar que tal vez ayer fue la ultima vez que pude haberle dicho que lo amaba, sin sentir la culpa que me angustiaba saber que desaparecía su luz de mi penumbra de oscuridad. que no podía vivir sin su presencia un minuto mas, habían pasado sin tener un poco de consideración, me agobiaban el poco pensamiento sensato que tenia en mi cabeza, y el vidrio del aula era el único que escuchaba mis pensamientos ya que no podía fijar mi mirada en ningún otro lugar sin romper en llanto, ya era inaguantable el dolor que mi corazón sentía, parecía que se rompía de a pedacitos, aunque tratara de negarlo, mi ser sabia que tenia que dejarlo ir aunque me matara en el intento, no puedo ni siquiera concebir la idea de que tenga que quedarme con el recuerdo de su mano en una ventanilla de avión, una maldita avión que se lo va a llevar para siempre de mi lado. Tarde y tormentosa la tarde iba apareciendo tras las montañas sembrando sus colores calidos sobre el cielo, que eran apabullados por el gris que se estaba tornando el cielo, un cielo que cada vez mas se parecía a mi corazón, ese que en este momento parecía cada vez mas grande de dolor, y caminar solo por el parque me ayudaba a acostumbrarme a lo que se avecinaba para mi, solo si solo en soledad voy a terminar por culpa de el mago Clow que me trajo a este mundo nuevamente para ser abandonado por la persona que mas quiero, y a veces me pregunto si para esas personas siempre hubo algo mas importante que yo, para dejarme de lado, acaso no seré lo suficientemente importante como para que ellos se queden a mi lado, eligiendo algo que tal vez los haga mas feliz que mi ser. Es difícil pero no imposible de olvidar y si el rencor junto con un gran dolor me ayudo a desvanecer mis recuerdos una vez, hacerlo de nuevo no me costara, y tal vez me acostumbre a que en este mundo el único que sabe que existe soy yo, porque a nadie le parece importar que camino por un sendero en el cual el final es un barranco, que ellos construyen poco a poco ante mi. En la ciudad es todo igual, no veo entre la gente a alguien especial, y sincero que me haga volver a creer que mis alas, pueden servir para soñar y no solo para volar, y el egoísmo se a apoderado de mi corazón, dejándome transformado en un ente que ya no posee alma, para nadie, y cariño, para que sentir algo, para sufrir, esto definitivamente no es lo que quiero para mi vida, y nadie me supo entender, y al parecer nadie quiere hacerlo, y si para ellos es mejor tenerme alejado de sus corazones, no les voy a rogar por una miseria de cariño, les voy a hacer la vida mas fácil, para mi y para todos, por fin se van a librar de mi, y tal vez la única que sufra sea mi pequeña Sakura, aunque seguramente Kero, le va a ayudar si en algún momento nos vuelve a necesitar, y ni siquiera ella es capas de necesitarme por el aprecio que necesito, es mas creo que solo necesita de mi cuando esta en peligro. Hoy por fin todos van ha deshacerse de mi, porque hoy desaparezco de sus vidas, para siempre. Volví a casa como creyendo que tenia una maleta para preparar, recuerdos que guardar, pero aun me mentía a mi mismo. Yo fui una ilusión y todo a mi alrededor siempre lo fue, y sinceramente en estas cuatro paredes no tengo nada que me retenga, ni siquiera la foto que en mi mesa de luz refleja los momentos felices que pase con lo único real que para mi fue en este mundo, y el rostro de touya que pocas veces reflejaba un sentimiento, y justamente reía al abrazarme por la espalda. Aunque creo que ya es tarde para lamentaciones y no voy a declinar en mi idea y solo una voz me habla de ti, no hay nadie mas en mi rincón, solo dios sabe quien soy, y caminando por las escaleras puedo escuchar las sonrisas de sakura, las palabras de touya plagadas en el aire, y a todos sentados en la mesa principal, festejando lo que parecía ser mi cumpleaños, otra gran mentira, ya que si alguien me creo nunca nací, y por ende ni siquiera tengo el derecho de festejar mi cumpleaños. Y mirando por la ventana que da al jardín, puedo ver la rosa que me regalo Touya, hace tanto tiempo, y que parece empezar a marchitarse por el frió, o tal vez este mas unida a mi corazón que cualquier otra cosa, y acercándome a ella, arrodillándome a su lado, lo único que logro ver es la carita de mi touya sonriéndome, pero al tratar de tomarla entre mis manos esta se desarma dejando caer sus pétalos al suelo, y por fin me doy cuenta que nuestra relación, estaba terminada antes de empezar, y no hicieron falta palabras, para darme cuenta de ello. Y abriendo mis alas dejando caer plumas por todo el patio, emprendí el vuelo, despidiéndome del lugar que había añorado desmedidamente por tanto tiempo, y que hoy quedaba atrás con todos sus recuerdos, y dirigiéndome a la luna que me trajo, fui desapareciendo en forma de estrellas en forma de polvo celestial, fui cayendo nuevamente al suelo y dispersándome por toda la ciudad, logrando de esa manera dividir mi memoria y que mis sentimientos se separaran de tal forma que nunca mas pudiera volver a sentir, y escuchando una ultima lagrima, como voz de un silencio que trata de no hacer ruido, mi ser desapareció del mapa. La familia kinomoto se preparaba para la cena de esta noche, mientras touya entraba por la puerta y era abrazado por su padre quien minutos antes se había enterado de la noticia, de que su hijo había sido becado para estudiar en el extranjero, y la pequeña sakura, saltaba mas gustosa por la noticia que el mismo touya. -“touya estamos terminando de preparar la cena, para festejar por la noticia” -“gracias, pero no hacia falta, papa” -“hermano y yukito, no esta contigo, deberíamos invitarlo para cenar ya que debe estar tan feliz como tu” -“si eso creo, ahora lo llamo para que se venga” Y al marcar el numero en el teléfono, una sensación de escalofrió le recorrió la espalda, haciendo que se sintiera mal, y mareado, y del otro lado del teléfono solo se escuchaba el constante sonido del mismo, ya que nadie contestaba, y al cerrar los ojos touya, vio como yukito se despedía de el desapareciendo en un rayo de tenue luz lunar, y en el momento que los abrió sintió el duro suelo sobre su rostro al caer desmallado sobre el mismo, y lo ultimo que sintió fue al voz de su hermana gritando papa, al encontrarse a touya desmayado en el suelo. Habían pasado tres semanas en las cuales touya aun seguía en la camilla de un hospital, y su familia a su lado, esperando que despertara aunque las posibilidades eran nulas, ya que el medico que lo atendía había dicho que el estaba dejándose morir, ya que al parecer no quería vivir. Y dejándose hacer sintió unas lagrimas tibias sobre su rostro, que lo llamaban, y le rogaban que volviera, y aun así se atenía a su dolor para no despertar, pero al reconocer una voz familiar logro abrir sus ojos. -“Sakura, Sakura, por favor encuentra a Yukito, búscalo donde sea, porque creo que el ha ……” Y tras pronunciar esta frase incompleta cayo en un sueño profundo que lo dejo inconsciente nuevamente y postrado entre las sabanas blancas de una cama que no era la suya. y la pequeña guardiana de las cartas a toda prisa corrió hasta su casa sin fijarse quien estuviera en el medio, corría aunque el aliento le faltara, sabia que tenia que encontrar a Yukito, o sino iba a perder a su hermano, de alguna manera tenia que ubicarlo, y abriendo la puerta de su casa subió las escaleras entrando as u cuarto mientras repetía el nombre de kero, y el aparecía de entre los peluches de su estante. -“que sucede Sakura?” -“es mi hermano…., me dijo que encontrara a Yukito, porque el estaba…., y luego volvió a desmayarse” -“pero acaso yukito no ha estado con ustedes durante todo este tiempo porque yo no lo he vuelto a ver” -“no yuki, solo desapareció el mismo día que mi hermano fue internado, y no lo he vuelto a ver” -“entonces vamos a buscarlo” E invocando la carta de la oscuridad logro perderse entre la noche junto a Kerberos, quien con su forma de león halado, la seguía por el cielo hasta la casa de yuki. -“¿pequeña sakura, tu crees que algo le sucedió a Yue?” -“no lo se bien, pero no puedo sentir su presencia, y creo que eso es algo malo” Pero al llegar a casa de yuki, todo parecía abandonado, como si ase mucho tiempo nadie viviera allí, como si nunca nadie hubiera caminado por esos corredores, ni se hubiera sentado en esos sofás, ni hubiera tomado te sobre la mesa. Todo el lugar estaba muy callado, y oscuro. -“¡¡¡yukito, yukito, soy sakura, donde estas!!!!” Pero solo el eco una y otra vez le respondían, y tras recorrer la casa incansablemente no pudo hallar rastro del conejito blanco, y saliendo al jardín que el cuidaba con tanto esmero, noto como una gran rosa blanca crecía en el centro del mismo, y plumas del mismo color estaban regadas por todo su alrededor. -“kero, yukito, no esta y creo que algo malo sucedió aquí” -“sakura, y si yukito perdió sus poderes” -“no eso es imposible, mi hermano les cedió los suyos, el tendría que estar bien, pero no entiendo porque ni siquiera su perfume se encuentran en el aire, no entiendo porque se fue sin decir nada” Y al son de “libérense”, todas las cartas fueron llamadas por su nueva dueña, y salieron a buscar a yukito por toda la ciudad. Buscaron y rebuscaron por toda la ciudad, bajo tierra, y sobre el cielo, y ni siquiera la noche entera les alcanzo para encontrarlo, y en un grito de auxilio sakura disperso su poder sobre toda la atmósfera, pero la presencia de yukito había desaparecido del mundo, y ni el llanto de todas las cartas juntas pudieron devolver a el hermoso conejito a este mundo. Y con el corazón en las manos sakura caminaba a tras paso hacia el hospital, esperando que su hermano nunca despertara, y no tener que darle la noticia de que el hermoso angelito, parecía haberse esfumado de la faz de la tierra, y es mas de delante de su mirada, y mentirle no serviría de nada ya que en cuanto su touya despertara la verdad iba a salir a la luz, y seguramente su corazón no la iba a poder soportar, y lo peor se avecinaba en cada paso que daba, y trataba de resignarse a la idea de que iba a perder a dos de las personas mas importantes de su vida, por no darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor, llorando callo al suelo de rodillas, mientras el cielo cubriéndose de nubes obscuras dejaba caer una brisa helada sobre todo su cuerpo, y el mundo parecía llorar una perdida inmensa, que no entendía como no la vio pasar si solo frente a sus ojos caminaba, y hoy ya no parecía ni siquiera sentirse su susurro en el viento y una canción de dolor y reproche exclamaba el profundo dolor que ya no se podía reparar. Y una lagrima cayendo por la mejilla de un Touya tratando de no morir en el intento por dejar ir a su amado, lograba abrir su ojos para encontrarse con la verdadera realidad que nuevamente volvía a caminar solo por esta vida, y todos sus recuerdos de su amado touya pronto desaparecían uno por uno, y dejando a entrever que nada podía volver el tiempo atrás y lograr que esas palabras que nunca fueron pronunciadas hoy sirvieran de algo, cuando la persona que las tendría que haber escuchado ya no despertaría de su sueño eterno para abrazarlo y pedirle que de su lado no lo alejara. Los días pasaban y los meses, trajeron el otoño, nuevamente, y la soledad, y la depresión por lo que estaba desapareciendo, de la mente de todos, no dejaba de hacerse sentir en el aire, y las respuestas no lograban aclarar, nada ya que Yukito no iba a aparecer de ninguna forma, ya que el había ………, ¿porque ya no estas a mi lado?, se ataño profundamente en el corazón de unos ojitos obscuros que ya no tenían brillo, y tal vez nunca lo podrían volver a hacer, ya ni siquiera las palabras lograban desprenderse de esos labios resecos de soledad, de ese rostro que no sentía, y de ese cuerpo que se estremecía al sentir la dulce brisa entrar por la ventana y apoderarse de su frágil cuerpo adolorido, y despertaren en dolorosos llantos, por un amor que se había perdido, y nadie podía decirle porque no lo hizo antes, porque no se atrevió a besarlo y decirle, “yo te amo”, “eres especial para mi”, “no te vallas de mi lado”, ya solo el dulce dolor, y la agonía lo ayudaban a responderse a si mismo, y eso aunque poco no terminaba de convencerlo, y pregúntense a si mismos, si alguna vez han sentido esa sensación de intentar responder a algo que por miedo no hicieron, y ya de ninguna manera lo pueden volver a hacer, por mas fuerza que hagan juntado en sus puños, acaso su cuerpo no parece estremecerse, y a la vez tratando de apretar y exprimir su manos, tratan de darse una respuesta, pero no sale por mas que se golpeen la cabeza contra la pared, es tan difícil de explicar, y tan horrible para quien lo experimenta. Y caminando trataba de apaciguar su mente con el sonido del agua cayendo, con el bullicio atormentador de un día nuevo, pero todo le recordaba as u amado, todo el lugar lo hacían presente y retóricamente su ser se hacia presente como si en el aire su amor aun siguiera presente y tratara de decirle de alguna manera que lo perdonara, pero Touya había aprendido a despreciarse tanto a si mismo, y a odiar en lo que había sido, para convertirse en lo que era, que ya el mundo era indistinto a su nuevo ser, y solo quería caer en el ensueño de dejar de existir ya que creía que no merecía vivir en un mundo en el cual su vida no tuviera sentido, y solo el dolor significara algo para el durante esas noche en las cuales los ojos rojos, terminaban de tanto llorar, y sufrir, noche anoche, y lo único que esperaba, sentado en un banco de la plaza pingüino era que la vida pasara aun mas rápida, y que no pudiera volver a sentir nada parecido a lo que su angelito, alguna vez le había echo surgir dentro de su corazón, ya que no quería morir de nuevo en el intento de amar, a algo inalcanzable para su entendimiento. : “tuve un amor sin defectos, era perfecto, era amor, de verdad, y yo y mi miedo lo dejamos pasar, no quería perderlo, quería guardarlo por siempre, quería que fueras mi amor sin final, y yo y mi miedo lo dejamos pasar. Arto, de esperarme te fuiste. Y llorar duele mas, cuando se que fui yo, el que nunca entendió, ya que se que soy la razón de lo que nos paso, por no ver que tu eras mas real que un amor, y querer que sintieras lo que nunca existió. Era un amor imperfecto, con sus defectos de amor de verdad, ahora que lo entiendo te vas…., y ahora que se que te ame, me doy cuenta, y ya no te tendré, y el dolor tendré que soportar, ¿cuanto tiempo mas?, ¿por que te alejas, hoy que me dejas, mi amor?”
El dolor insoportable, termino por dejar el cuerpo de Touya tendido sobre el banco en el cual la lluvia había empezado a mojara, y las lagrimas que se escurrían por el rostro casi pálido de el, se confundían con las gotas de un cielo que parecía entender el dolor de un segundo ángel, que se dejaba morir. Abriendo los ojos, ya la oscuridad había desaparecido, y la luz se hacia presente envolviéndolo por completo, dejando un rostro, sorprendido, y a la vez entendiendo porque había llegado hasta allí, y corriendo por un lugar infinito, sin horizonte, buscaba a alguien que no estaba allí, que tal vez ni siquiera existiera, allí ni en ningún otro lugar en el universo, alguien que solo había desaparecido, dejando una brisa de estrellas a su paso. Y sus pasos ya se habían cansado, ya estaba arrodillado, sobre un dulce colchón de in esperanzas, que por mas que llego a un extremo de su vida, no pudo recuperar lo que había añorado por tanto tiempo, y dejando caer una lagrima sobre su regazo, sentía que ya nada podía tener, nada y completamente solo era su destino, a partir de el momento que jugo con una llama que parecía apagarse. Pero alguien toco su hombro, alguien con una manito, tan conocida, y ese perfume que despedí un cabello, tan familiar, esa sensación de sentirse en un hogar, resguardado, por paredes imaginarias, y tomando con fuerza la mano entre las suyas, procedió a girar su cabecita, hacia quien lo aguardaba, detrás de el. -“Será de Dios, que no te pueda olvidar mas, será que sea tuyo hasta el final. Pero por favor ya no te alejes, no digas adiós” | |
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